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Wednesday, November 19, 2014

Hair Dye And The God Who Never Changes (Tintura del Cabello y el Dios que Nunca Cambia)


The funniest thing happened to me in the grocery store last week. This little white-haired man was ringing up my groceries and looking at me kind of funny. Then he said, "You look too young to have gray hair." 

I was completely surprised. I didn't know what to say. How's a girl to respond to such a comment?
"Thank you for saying I look young," or "thank you so much for pointing out my gray hair"? 

I still can't believe he said that. Not that it isn't an accurate observation. I've had white hairs mixed in with the brown ones since college. Back then, after a little kid made a comment about my gray hair, I decided to dye it. And I probably would have kept dying it if my health hadn't crashed and I learned just how toxic hair dye is for the body. 

So for the last ten years I've had to accept the gray hairs. Many times I've remembered Jesus' words in Matthew 5:36:
And do not swear by your head, for you cannot make even one hair white or black.

I've often wondered if the original inventor of hair dye was someone who read that verse, and thought, "Oh yeah? We'll see about that." 

Hair dye does affect the appearance of hair color. But in reality it still can't change the hair color. Once the dye wears off, the original color is still there, whether it's white or black (or another color). 

All this got me thinking. How many times do we try to "change" things in our lives by simply altering their appearance or covering up with something else? 

The reality is that we cannot change ourselves. We can learn new things and train ourselves and alter our appearance or behavior.... But we can't truly change who we are. 

There's only One who can change us, the One who never changes - God Himself.

God created me. He knows exactly who I am and who He wants me to be. He knows which aspects of me should never be changed, and which aspects He wants to change. I don't always know which is which. 

Sometimes I try to change the things that shouldn't be changed, while holding onto the things that should be changed. 

Thankfully, because God is perfect and never changes, He is able to perfectly work the best changes in me.

So I'll never be taller and I have gray hair. (I keep asking Him to change the gray hairs back to brown, but I'm still waiting for that miracle.) =) That's the way God made me. But the way I think and my desires are some of the things I believe God wants to change in me.

If I ask Him, I'm sure He'll teach me to see myself more clearly. He loves me too much to let me try to change the unique person He created and too much to let me stay as I am.

I praise you because I am fearfully and wonderfully made; your works are wonderful, I know that full well. -Psalm 139:14

And we, who with unveiled faces all reflect the Lord’s glory, are being transformed into His likeness with ever-increasing glory, which comes from the Lord, who is the Spirit. -2 Corinthians 3:18

When I think about it, I'm actually glad that I can't change myself. I'm sure I'd do a poor job of it. But my loving, heavenly Father knows exactly what He's doing. I believe He's making the most beautiful changes in me. I rejoice in that! Even if I do still have gray hairs. =) 


What things about yourself do you think God doesn't want you to try to change? 
What things do you think God wants you to let Him change?


Tintura del Cabello y el Dios que Nunca Cambia

Algo muy chistoso me ocurrió en el supermercado la semana pasada. Este hombrecito de pelo blanco estaba registrando mis compras y mirándome un poco raro. Luego dijo: “Pareces muy joven para tener el cabello canoso.”

Yo estaba totalmente sorprendida. No supe qué decir. ¿Cómo se supone que debe responder una chica a semejante comentario?
¿“Gracias por decir que parezco joven,” o “muchas gracias por notar mi cabello canoso”?

Todavía no puedo creer que él dijo eso. No es que no sea una observación correcta. He tenido cabellos blancos mezclados con los castaños desde que estaba en la universidad. En ese entonces, después que un pequeñito hizo un comentario acerca de mi cabello canoso, decidí tinturarlo. Y probablemente habría seguido tinturándolo si mi salud no se hubiese desplomado ni yo hubiese sabido cómo es de tóxica la tintura para el cuerpo.

Así que por los últimos diez años de mi vida he tenido que aceptar las canas. He recordado muchas veces las palabras de Jesús en Mateo 5:36:
Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro.

Con frecuencia me he preguntado si el inventor original de la tintura para el cabello sería alguien que leyó ese versículo y pensó: “¿Ah, sí? Ya lo veremos.”

La tintura afecta la apariencia del cabello. Pero en realidad sigue sin poder cambiar el color. Cuando la tintura se cae, el color original todavía está allí, sea blanco o negro (u otro color).

Todo esto me hizo pensar. ¿Cuántas veces tratamos de “cambiar” cosas en nuestra vida simplemente alterando su apariencia o cubriéndolas con algo más?

La realidad es que no nos podemos cambiar a nosotros mismos. Podemos aprender cosas nuevas, entrenarnos a nosotros mismos y alterar nuestra apariencia o comportamiento…. Pero no podemos verdaderamente cambiar quienes somos.

Hay solamente Uno que puede cambiarnos, el Único que nunca cambia – Dios mismo.

Dios me creó. Él sabe exactamente quién soy y quien quiere Él que yo sea. Él sabe cuales aspectos de mí no deben ser cambiados nunca y cuales Él desea cambiar. Yo no siempre sé cual es cual.

A veces trato de cambiar las cosas que no deben ser cambiadas, mientras me aferro a las que deberían ser cambiadas.

Gracias a Dios, porque Él es perfecto y nunca cambia, Él puede obrar perfectamente los mejores cambios en mí.

Así que nunca seré más alta y tengo cabello canoso. (Sigo pidiéndole que cambie los cabellos canosos a castaños de nuevo, pero todavía estoy esperando ese milagro.) =) Esa es la manera como Dios me hizo. Pero la manera como pienso y mis deseos son algunas de las cosas que creo que Dios quiere cambiar en mí.

Si se lo pido, estoy segura que Él me enseñará a verme a mí misma más claramente. Me ama demasiado para permitirme tratar de cambiar la persona única que Él creó y demasiado para permitirme permanecer como soy.

¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! –Salmo 139:14

Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. -2 Co. 3:18

Cuando lo pienso, estoy realmente complacida de que no me puedo cambiar a mí misma. Estoy segura que haría un pobre trabajo. Pero mi amoroso Padre celestial sabe exactamente lo que está haciendo. Creo que está haciendo lo cambios más hermosos en mí. ¡Me regocijo en eso! Inclusive si todavía tengo el cabello canoso. =)


¿Cuáles cosas de ti piensas que Dios no quiere que trates de cambiar?
¿Cuáles piensas que Dios quiere que le dejes cambiar?

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