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Wednesday, December 19, 2012

Delayed Savior (Salvador Demorado)



Christmas is such a wonderful holiday! Every year God gives me some new thought to ponder about His miraculous gift of Jesus. 

This year I've been thinking about how long the Israelites had waited for the promised Savior to come. It had been thousands of years since God promised Abraham that all nations would be blessed through him, since Moses foretold of a deliverer, since David prophesied that the Messiah would rule. It had been hundreds of years since God had even spoken through any prophets.

And then, one quiet, ordinary night the Savior came - not as a majestic ruler, but as a baby. The skies lit up with angels singing! A small group of people rejoiced and praised God for the long-awaited arrival of the Messiah! 

And then...everyone waited once again. 

A baby could not rule. A baby could not heal or save. It would be more than 30 years before Jesus finally lived out and completed His purpose in coming to earth. Yes, the Messiah had arrived, but He was not an immediate Savior. He was a delayed Savior. 

Can you imagine what that was like? You've waited your whole life for the Messiah. You've heard stories of how your people have waited for thousands of years. And now you KNOW He's here...but He's a helpless baby. So now you must wait a while longer. 

I know a little about waiting. The last 8 years of my life I've been waiting for healing. And while God IS working out His healing process in my body, I'm still waiting to reach that elusive goal of being "well" once again. So in a small way I can relate to Mary, Joseph and the others. 

Obviously, for those of us alive today, we don't have to wait for God's gift of salvation from sin. Jesus accomplished it 2000 years ago when He died on the cross. The moment we believe in Jesus, we receive His gift of salvation and eternal life.

But perhaps there are specific circumstances that we're waiting for God to "save" us from. Maybe we can even see our deliverance coming, but it's not here yet. And so we must wait a little longer....

We know that God had a purpose in sending Jesus as a baby. Because He grew up and experienced every detail of this life, He can sympathize with our weaknesses and struggles. He knows what it's like to be us. 

There was a reason God sent a delayed Savior (actually I'm sure there are numerous reasons, but at least this one we can see clearly). 

And I know that in our specific situations, whether we can see them or not, there are reasons why God is delaying, why He is allowing us to keep waiting for His deliverance. 

Perhaps this Christmas will be a reminder that God's timing is always perfect. And that all of His delays are divinely ordained for a good purpose. 

And best of all, may this Christmas remind us of the sweetest gift ever - God's presence WITH US through every moment and every season of waiting. 


"And so after waiting patiently, Abraham [Joanna] [...insert your name] received what was promised." -Hebrews 6:15

May you experience the joy of Jesus' presence with you today and every day. Merry Christmas!



Salvador Demorado

¡La Navidad es un festivo tan maravilloso! Cada año Dios me da algún pensamiento nuevo para meditar acerca de Su milagroso regalo de Jesús.

Este año he estado pensando sobre el tiempo que los israelitas esperaron para que llegara el Salvador prometido. Habían pasado miles de años desde que Dios le prometió a Abraham que todas las naciones serían bendecidas a través de él, desde que Moisés anunció un libertador, desde que David profetizó que el Mesías gobernaría. Hacía cientos de años que Dios ni siquiera había hablado a través de ningún profeta.

Y entonces, una noche silenciosa y común y corriente, vino – no como gobernador majestuoso, sino como un bebé. ¡Los cielos se iluminaron con ángeles cantando! ¡Un pequeño grupo de personas se regocijaron y alabaron a Dios por la tan esperada llegada del Mesías!

Y luego … todos esperaron una vez más.

Un bebé no podía gobernar. No podía sanar o salvar. Pasarían más de treinta años antes de que Jesús finalmente viviera y completara Su propósito al venir a la tierra. Sí, el Mesías había llegado, pero no fue un Salvador inmediato. Fue un Salvador demorado.

¿Puedes imaginarte cómo fue eso? Has esperado toda tu vida por el Mesías. Has escuchado historias de cómo tu pueblo ha esperado por miles de años. Y ahora sabes que está aquí… Pero es un indefenso bebé. Así que debes esperar un poco más.

Sé un poco sobre esperar. Los últimos ocho años de mi vida he estado esperando por sanación. Y mientras Dios ESTÁ obrando Su proceso sanador en mi cuerpo, todavía estoy esperando alcanzar esa esquiva meta de estar “bien” una vez más. De modo que en una pequeña manera puedo entender a María, José y los otros.

Obviamente, quienes estamos vivos hoy, no tenemos que esperar por el regalo de Dios para salvación de pecado. Jesús lo logró hace dos mil años cuando murió en la cruz. En el momento que creemos en Jesús, recibimos Su regalo de salvación y vida eterna.

Pero quizá hay circunstancias específicas de las que estamos esperando que Dios nos “salve”. Quizá podemos incluso ver que viene nuestra liberación, pero todavía no está aquí. Y entonces tenemos que esperar un poquito más….

Sabemos que Dios tuvo un propósito al enviar a Jesús como bebé. Porque creció y experimentó cada detalle de esta vida, Él puede simpatizar con nuestras debilidades y luchas. Él sabe cómo es ser nosotros.

Hubo una razón por la que Dios envió un Salvador demorado (en realidad estoy segura que hay numerosas razones, pero al menos ésta podemos verla claramente).

Y yo sé que en nuestras situaciones específicas, sea que podamos verlas o sea que no, hay razones por las que Dios está demorando, por las que nos está permitiendo seguir esperando por Su liberación.

Quizá esta navidad sea un recordatorio de que el tiempo de Dios es siempre perfecto. Y que todas Sus demoras son divinamente ordenadas para un buen propósito.

Y lo mejor de todo, que esta navidad nos recuerde del más dulce regalo jamás recibido – La presencia de Dios CON NOSOTROS a través de cada momento y cada temporada de espera.


“Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.” He. 6:15


Que experimentes el gozo de la presencia de Jesús contigo hoy y todos los días. ¡Feliz Navidad!

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